Friday, August 11, 2006

Acerca de Karl Marx

¿Sabías que UNO DE CADA MIL marxistas ha leído, de hecho, la obra de Karl Marx, y CERO de cada mil antimarxistas la ha leído? Si no lo crees, pregunta a cualquiera que se precie de ser marxista o antimarxista en cuál de las obras escritas por Marx se encuentra su famosa frase "La religión es el opio del pueblo"
"Al igual que el cristianismo, el marxismo ha fracasado porque ambos dogmas no pueden seguirlos los hombres, sino los ángeles "...
Dr. Marco Aurelio Torres Herrera, maestro emérito UNAM
Admiro profundamente a Karl Marx ya que ha sido uno de los grandes pensadores de la humanidad que imaginó un mundo verdaderamente justo, equitativo y humanitario, y no se limitó imaginar o a soñar. Propuso una teoría profunda, con estructura filosófica enraizada en la Dialéctica, que es la teoría filosófica más aceptada en cuanto al estudio del comportamiento humano en general. Marx comprendió la teoría dialéctica de Hegel como ningún otro hombre lo ha logrado aún en la actualidad, y con base en ella formuló una doctrina maestra que, bien encauzada y observada con rigor y disciplina, conduciría al sistema social y económico ideal para el hombre evolucionado.
¿Por qué el marxismo es "justo y humanitario"?
Porque los medios de producción pertenecen al trabajador y no al empresario.
No existe la mortal competencia capitalista en la que la empresa monopoliza los grandes capitales y fija los precios de mercado de modo que los competidores no puedan igualar tales precios de venta, siendo absorbidos, lenta o rápidamente, hasta la quiebra.
En estas condiciones, los obreros, campesinos y en general la mano trabajadora que pone a funcionar la maquinaria fundamental de un país, es explotada cruelmente bajo el influjo del libre mercado con su oferta y su demanda competitivas.
El marxismo propone que toda producción sea controlada por el gobierno, de modo que lo trabajado sea repartido equitativamente: no hay competencia, monopolio ni explotación irracional de los recursos naturales y humanos.
La ignorancia de la gente ante la propaganda capitalista, la corrupción de los gobiernos socialistas y la feroz expansión del neoliberalismo globalizante, enemigo del trabajador, llevaron a la ruina al sistema económico-político más excelso pensado por un hombre brillante, para hombres incorruptibles, libres de codicia, ambición o fanatismo.
En ello radicó la falta, si puede llamarse así, del marxismo, y en ello se parecen el cristianismo y el marxismo: ambas doctrinas confiaron ingenuamente en el hombre bueno, disciplinado y puro.
Marx, como todos los grandes visionarios, imaginó un mundo centurias adelantado respecto de su época. En su mente genial encontró la ruta exacta para alcanzar ese mundo "utópico". Por ello rindo homenaje a ese hombre, grande entre los grandes, y que tiene más mártires que el mismo Cristo.